martes, 22 de noviembre de 2016

Enseñar diferente es posible

Ya hemos hablado de unas competencias diferentes y de una evaluación diferente por lo que ahora hablaremos de una enseñanza diferente. Una vez más hemos pasado intensos ratos con Zabala y Arnau, que nos han enseñado que la forma óptima de enseñanza es a través de situaciones-problemas.

Ésta forma de aprendizaje se caracteriza por la investigación y la reflexión por parte del alumnado frente a un problema planteado por el profesor. A través de este tipo de ejercicios, los alumnos, no sólo adquieren autonomía en el aprendizaje, sino también todo tipo de competencias adicionales. Hay que tener en cuenta que el aprendizaje por competencias no es una ciencia estudiada y que hay muchos contenidos en el currículo actual que no tienen un carácter disciplinar únicamente, sino también interdisciplinar (combinación de múltiples áreas del saber) y/o metadisciplinar (superación de los límites académicos). Todo lo que se refiere a la dimensión social, interpersonal, personal y profesional requiere una actuación conjunta de TODAS las disciplinas anteriormente mencionadas. En definitiva, nos encontramos ante un reto para la planificación curricular por competencias.

Para superar este reto, Zabala nos propone organizar las “materias” por áreas no específicas que asumirán componentes de disciplinas diversas y tienen como fin el desarrollo de unas competencias que NO pertenecen únicamente a una disciplina en concreto. Los contenidos disciplinarios son lo más fáciles a incluir, ya que corresponden a los contenidos teóricos, pero tenemos que intentar crear áreas que también asuman tanto los contenidos interdisciplinares como los multidisciplinarios. Profesores: ¡éste es nuestro objetivo! Si nos fijamos ahora en la práctica vemos que no se ha aplicado así y que lo único que ha ocurrido es que a medida que se incorporaban nuevas competencias al currículo se creaban asignaturas aisladas que recogieran sobre todo esos nuevos procedimientos y actitudes. Pero estas competencias no se adquieren en un trimestre, ni a través de un libro de texto. Son competencias que se tienen que enseñar a lo largo de toda la escolaridad a través de la interrelación del mayor número de áreas posibles.

Entonces, ¿cómo podemos incluir los procedimientos y las actitudes en el aula? un buen método para eso es el Aprendizaje Basado en Problemas / Proyectos, que igual que la situación-problema consiste en un ciclo de trabajo que parte de una pregunta-problema inicial, pasa por la búsqueda y el procesamiento de información, la resolución de la pregunta, la elaboración de un producto final, la evaluación del proceso y del producto y finalmente por la difusión.

Ein von Xicu Marí Ribas (@bloghx) gepostetes Foto am


En éste tipo de aprendizaje Trujillo ha sido nuestro aliado, que dice que enseñar es elegir: los contenidos, los materiales, cómo agrupar a los alumnos, cómo evaluar, a qué ritmo, etc. También hay que elegir las actividades que se hacen en clase y esto tradicionalmente se ha hecho siempre desde un punto de vista transmisivo: presentación, práctica, prueba. Era una enseñanza directa centrada en un aprendizaje memorístico, que por un lado no desarrolla todas las competencias exigidas por el currículo, ni facilita la inclusión. Ya dijimos en una entrada anterior que la calidad está en el proceso y no en el resultado. El aprendizaje basado en proyectos o problemas es una enseñanza activa que precisamente premia el camino y el resultado. Todo conocimiento fruto de un ABP es resultado de un trabajo entre el docente y los alumnos, valorando el proceso y obteniendo un producto final tangible.

No hay que olvidar que la función del docente en éste tipo de aprendizaje es fundamental y que tiene que tener en cuenta varios elementos a la hora de diseñar un buen proyecto. A parte de una planificación rigurosa, la finalidad y la relevancia desde la perspectiva del alumno son para nosotros lo fundamental. Básicamente, si el profesor sabe combinar los intereses de los alumnos con el currículo obligatorio conseguiremos el resultado ideal con la calidad adecuada y convertiremos el aprendizaje en algo memorable.

Hemos aprendido además que hay dos formas de diseñar un proyecto/problema: iterativo o retrospectivo, pero para no alargar demasiado esta entrada mencionaremos únicamente en que se diferencian: un diseño iterativo no les plantea a los alumnos un producto final y un diseño retrospectivo sí que lo hace. Sea cual sea el diseño, la importancia reside en ese producto final. Abarca, por un lado, la motivación de la actividad para los alumnos y da sentido al trabajo y por otro lado, va mucho más allá del libro de texto y abre nuevas oportunidades de evaluación que tanto necesitamos. Ya que para evaluar un ABP hay que tener muy presente lo que hemos mencionado al principio de esta entrada: los contenidos disciplinares, interdisciplinares y metadisciplinares. Está claro que la forma tradicional de evaluación aquí no es suficiente, por lo tanto se tiene que adaptar. Una vez conseguido eso, se puede ir un paso más allá y vincular criterios de evaluación de diferentes áreas y conseguir así proyectos colaborativos entre docentes, alumnos y materias.

CC Search: Flickr
Concluyendo lo anterior, estamos totalmente de acuerdo con que una actividad así en un grupo fomenta el aprendizaje sobre un tema en concreto, la cohesión de grupo, la competencia social, la relación entre los alumnos y con el profesor y la adquisición de responsabilidades. El alumno puede de esta manera relacionar los conceptos teóricos con la práctica. En nuestra humilde opinión, creemos que se interiorizan mejor los conceptos, ya que se busca el porqué de lo que se está haciendo, se trabaja en grupo y, a veces, hasta se tiene que explicar a los compañeros. Por todo esto, para nosotros se produce un aprendizaje más significativo. Para terminar, os dejamos un vídeo con opiniones de unos alumnos que experimentaron el ABP.

1 comentario:

  1. Bones! Trobo que heu fet una feinada de síntesi en aquesta entrada! Després d'haver fet la nostra (i la prosta d'activitats) he arribat a la mateixa conclusió que vosaltres, que els conceptes s'interioritizen molt millor amb l'ABP, que no pas amb les típiques classes teòriques de tota la vida. És més, inclús penso que també s'aprèn molt dissenyant les activitats que han de realitzar els alumnes, i no crec que sigui cap bajanada que ells també en dissenyin. Penso que seria un treball de recerca molt interessant, i que els faria plenament protagonistes del seu procés d'aprenentatge, què en penseu?

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